viernes, marzo 17, 2017

GUERRA CARLISTA. LA TOMA DE SEGURA

Por Pascual Martínez Calvo
Espartero, mientras invernaba en su cuartel general de Mas de la Matas, tenía adelantado alrededor de Segura al coronel Zurbano, para hostigar al enemigo. Hay que tomar esta plaza, para quitarse el ejército esta espina. Urge la rehabilitación de Van-Halén, aprobando su retirada de hace un año, para que así brille más su victoria. La pesadilla de Segura: 5 meses ha tardado en asegurar la presa, para no errar. Segura y Montalbán han ocupado este tiempo las páginas de la prensa. Corre el mes de febrero.
Zurbano, amén de valiente, astuto escribe una carta de supuesta traición de alguien dentro de la plaza; que arroja dentro de la muralla de Segura, llevado por un prisionero, al socaire de una noche oscura. Este parte hizo desconfiar a unos de otros. El capitán Méndez y otros, tocados del contagio del Convenio de Vergara, ven ahí la excusa para sublevar la guarnición y entregarse a Espartero, apoderándose del dinero allí depositado, culpando al inocente Gobernador.
El 18-2-1840, “El Gobernador de la fortaleza era D. José Macipe, comandante de infanteria, y 3 compañías al mando de los capitanes J. Carot, J. Méndez y Fontán”. Mientras Macipe con 2 capitanes recorrían las ruinas y demolían paredes, para evitar refugio y apoyo a los atacantes; el capitán Méndez y otros oficiales sublevan la compañía del 6º de Tiradores de Aragón, y se asoman a la muralla del castillo, disparando sobre Macipe y hermanos de armas. Este intenta huir, pero detenido por los sublevados, es fusilado con el cap. de guías Carot y el mayor de la plaza Fontán. Con falsas órdenes de Llangostera, Méndez ocupa el mando.
Es el momento y sin más esperar, Espartero, que había estrechado el cerco de Segura, adelantando las tropas escalonadas antes en Barrachina, Godos, Vivel, Armillas y Muniesa, al término de Segura; avanza con todo su ejército y 5 baterías, que emplaza a tiro del castillo.
Tras dos o tres días de disparos, el día 26 arrecia la artillería, para rendirse la plaza el 27-2-1840, onomástica del Duque D. Baldomero Espartero satisfecho entra triunfante en Segura. Tras poner la bandera en la torre del homenaje, habló así: “vuestro valor me decidió a adelantar la conquista de este formidable castillo, fuerte por su posición, solidez y obras de defensa con que los rebeldes le habían hecho casi inexpugnable.”; “este glorioso hecho de armas es de una importancia suma, par el buen éxito de las sucesivas operaciones...”; “me atrevo a predeciros que la presente campaña con la toma de Segura será...” rápida.
Y así fue; seguidas caían Castellote, Aliaga, Cantavieja y Morella.

SEGURA CON SU CASTILLO EN PIE Y PUEBLO QUEMADO
Este es el estado en que quedó Segura destruído el 3-4-1839, después del horroroso incendio, con las casas destruidas y arrasadas tras la quema, para que no sirviera de parapeto al enemigo que atacara. Quedan algunas de pie junto a la muralla. Pero fueron demolidas las demás. Y su ingente edificio de la iglesia y su grandiosa torre quedó en el estado que se aprecia.
Cabrera por motivos estratégicos, al negarse el pueblo a ayudar en la defensa, por contar con poca guarnición, excepto algunos particulares, como la muralla es amplia alrededor del pueblo, incendia el pueblo y destruye la muralla que había con tanto empeño hecho durante la guerra. Se replegó al castillo.
Van Halén al no tener cobijo en su ataque del 6-4-1839, para acercarse al castillo, mandó retirada. No había quien se acercara...
Segura escribió las páginas más gloriosas de su historia, pero si esta guerra fue su gloria fue a la vez su sepultura. Pues por su significación carlista, nadie se acordará de ella para su reconstrucción.
Este castillo que poco antes (unos 30 años) hizo resistencia a los franceses. Y que lo tomaban tras intento de incendio a Segura, por defenderlo unas 30 personas, sin medios.
El castillo que sufrió mucho en el asedio de Espartero 8febrero 1840), fue derruido por la artillería, luego por el pueblo para reconstruir su iglesia y casas.
Fuente: Historia de Montalbán y su Comarca. Autor: Pascual Martínez Calvo